Harto
Llega el novio a casa de su suegro y le dice:
"Señor, vengo a pedirle las nalgas de su hija".
"¡Jovencito!", le grita ofendido el padre de la novia. "¿Qué no lo que se pide es la mano de mi hija?"
"No, yo de puñetas ya estoy harto".
Llega el novio a casa de su suegro y le dice:
"Señor, vengo a pedirle las nalgas de su hija".
"¡Jovencito!", le grita ofendido el padre de la novia. "¿Qué no lo que se pide es la mano de mi hija?"
"No, yo de puñetas ya estoy harto".
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