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La Aventuras De Don Juan Tenorio

Iba Don Juan Tenorio un poco salido en la casa de Doña Juana y le dice:

- ¿Doña Juana le apetece un revolcón.
Doña Juana accede y se meten en la cama. En esas que llega el esposo de Doña Juana y dice:

- ¿Qué hace usted con mi esposa? Yo soy Don Juan Mendoza, el de la pichula pegajosa que toda chucha destroza.

Y Tenorio responde:

- ¿Ah si? Yo soy Don Juan Tenorio, el playboy mas notorio de todo este territorio.

Mendoza enfurecido le dice:

- Sacad la espada que os voy a cortar la huevada.

Entonces comienzan a pelear, pero Doña Juana les interrumpe:

- Parad la lucha, parad la lucha que para todos hay chucha.

Don Juan dice a Doña Juana:

- ¿No es verdad amada mía que en esta apartada orilla mi verga con mantequilla resbala mucho mejor?

- Pero Don Juan…yo soy Doncella.

- Calla, calla puta bella o te meto toda ella y los huevos de pilón.

- Pero Don Juan tus pelos pican.

- Nada que hoy me rasuré y hasta un huevo me llevé.

- ¿Pero Don Juan no temes al embarazo?

- ¡No! por eso uso condones el payaso que aguantan el meco y el madrazo.

A la mañana siguiente Doña Juana yace muerta no se sabe si por gracia o por desdicha o por los 50 metros de salchicha que Don Juan le sambutió.

Poema a la primera vez (Doble Sentido)

Poema a la primera vez


Con ternura te la abría,

Mas tu temor inicial,

Me hizo suponer normal

Tu queja, porque te hería.


Yo seguí perseverante,

Tu la veías perdida,

Fui mas tierno que un amante,

No merecí tu mordida.


Por fin como una gran puerta,

Entre gritos y sofoco,

Molesto por aquel foco,

Rendido quedaste abierta.


Penetre con gran cuidado,

Siempre he tenido talento,

Y haciéndome el despistado,

Metí todo el instrumento.


Tu rigidez inicial,

Se convirtió en movimiento,

Con ese terrible lamento:

!Me haces daño, animal!


Poco a poco entre dolores,

Logre aquello que deseaba,

Tu fingías estertores,

Mas se te chorreaba la baba.


Cuando creí conseguido,

Mi objetivo principal,

Me di cuenta que al final,

Aun no cobraba sentido.


Entonces me hice un enredo,

Al ver que no te alcanzaba,

Metí un dedo, el otro dedo,

Pero nada, no llegaba.


Toda una mano, ya ves,

Tampoco fue suficiente,

Si no fuera tan decente,

Te hubiera metido los pies.


Las fuerzas se me escapaban,

Y tu no me dabas respiro,

Las piernas flojas temblaban,

No permitías el retiro.


Saque los dedos, la mano,

Tu perdías el aliento,

Te retorcías cual gusano,

Y no salía el instrumento.


Tanto que costo meterlo,

Y ahora no podía sacarlo,

Te juro que temí perderlo,

Nadie volverá a chuparlo?


Y en el ultimo momento,

(De fondo un grito ahogado),

Salió todo el instrumento,

Baboso y ensangrentado.


Respiraste satisfecha,

Mi suspiro fue mas vago,

Me miraste con reproche,

Sin pensar en mi lumbago.


Se que estas adolorida,

Mas te vas, corre que vuela,

Parecías agradecida,

Por fin te he sacado la muela!!!


El Dentista.




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